Antonio de la Maza fue un joven rebelde de carácter fuerte, de conciencia familiar orgullosa y de recios valores. Era hombre de llamativa personalidad, trabajador, de pocas palabras, franco, valiente y decidido en sus acciones. Aunque no era de estatura alta, era de contextura física fuerte.
Antonio, que no sabía lo que era el miedo, podía enfrentar tanto a una persona como a un grupo de personas si ese era el caso.
Antonio fue un hombre sencillo, y a pesar de su carácter introvertido era hombre de muchos amigos. Era un extraordinario familiar. Sus mejores amigos eran sus hermanos y siempre velaba por sus hermanas, a quienes protegía, apoyaba y ayudaba continuamente.
Contrajó nupcias con Aída Michel Díaz en Moca. fue un empresario y activista político dominicano. Memorable por haber sido el propiciador del ajusticiamiento del dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo.
Por más de veinte años estuvo dedicado a la administración de su industria maderera, cuyo centro de operaciones estaba localizado en Tilorí, Restauración, en la Provincia de Dajabón.
Lucha antitrujillista
Desde sus inicio había mostrado inconformidad por la forma de que Trujillo había logrado el poder, asi como el desarrollo de la intolerancia y el terror.
De joven trato de incorporarse al levantamiento de Desiderio Arias lo cual impidió su padre Vicente de la Maza. En otra ocasión en compañía de su hermano Mario y de su amigo Arcadio Domíngez, enfrentaron a tiros a la Guardía Nacional en Moca, en los comiezos del régimen al disolverse por la fuerza de Don Federico Velasquez y Hernández.
Junto a Arcadio Domínguez, otro valiente mocano que más tarde fue asesinado, ambos, montados en sendos caballos, al grito de abajo Trujillo se enfrentaron a tiros a una patrulla de soldados del ejercito trujillista, y después de obligar a algunos de ellos gritar “abajo Trujillo”, se dirigió a Guanábano, donde permaneció escondido por varios días en la casa de un buen amigo de su padre. Más tarde se escondió donde Marino Cáceres y posteriormente donde Doña Estela Michel, prima hermana de su madre.
Ante el temor de que ultimaran a Antonio por sus constantes enfrentamientos con las fuerzas trujillistas, su padre Vicente y Doña Estela, hablaron con el General Piro Estrella (padre de Salvador Estrella Sahdalá), muy amigo de ambos, para que interviniera con el fin de salvar la vida de Antonio.
Piro intervino y presentó a Antonio de la Maza a Trujillo quien al verlo exclamó riéndose al medir a su opositor, “ ¿Y éste es el joven que estaba complotando contra mí?” Luego de conversar con él y preguntarle qué le gustaba, le ofreció enviarlo estudiar mecánica a Alemania, Pero Antonio le contestó que no quería salir de su país. Trujillo lo nombró en el Cuerpo de Ayudantes Militares. Entró como cadete y varios años más tarde terminó sus días en el ejército como Segundo Teniente.
Conociendo la trayectoria de la familia de la Maza, Trujillo siempre estuvo pendiente de ella. Un ejemplo que ilustra la forma de Trujillo operar es su visita sorpresiva a Don Vicente, por el año 1939, a su casa de campo ubicada en el Caimito, Moca, donde lo acusó de estar complotando contra él.
Don Vicente, con cerca de 60 años, quien estaba trabajando en ropas de faena, le contestó: “ Como voy yo a estar complotando, usted no ve como es que yo vivo, trabajando en mi tierra”. Pero Trujillo, no conforme con esto, le dijo: “Prepárese, para que se vaya mañana como Gobernador de Dajabón”. Este nombramiento no era con el fin de alagar a Don Vicente, era una artimaña para alejarlo de un territorio donde Don Vicente tenía muchos amigos y poder, lo cual resultaba muy peligroso para un hombre como Trujillo
El 7 de enero de 1957, en horas de la madrugada, fue asesinado Octavio de la Maza Vásquez "Tavito" lo sacrificaron sin piedad, simulando un suicidio por ahorcamiento. después de 21 días en prisión, dejaron su cadáver abandonado en la galería de su casa. El cuerpo de Tavito fue trasladado desde la capital a su pueblo natal, Moca, donde fue enterrado ante la impotencia e indignación de sus hermanos y hermanas y de su esposa Maruxa Rúa, quienes derramaban lágrimas de dolor por la partida de su ser querido, hermano de Antonio de La Maza, Octavio era un piloto militar, oriundo de moca, fue uno de los fundadores de la "Compañia Dominicana de Aviación". Fue asesinado en la Ciudad de Santo Domingo a raíz de una cadena de crímenes de encubrimiento del que presuntamente formó parte junto al piloto norteamericano Gerald Murphy para secuestrar y asesinar al escritor español Jesús Galíndez durante la tirania trujillista.
Este crimen injustificable contra Tavito, perpetrado cruelmente por la tiranía de Trujillo para quitarse de encima la seria acusación y la investigación que con motivo de la muerte del piloto Gerald Murphy, hacía el gobierno de los Estados Unidos, tuvo un gran impacto en la decisión de Antonio de la Maza, pero este hecho, sin la valentía y los ideales liberales de Antonio de la Maza, que se habían manifestado siendo él muy joven, no hubiera sido suficiente para él emprender este gran proyecto. No sólo conmovió la muerte de Tavito a Antonio, sino a todos sus hermanos y a su padre, Vicente, estando todos dispuestos a participar en la exterminación de ese monstruo que era Trujillo.
A la muerte de Tavito hay que agregarle las crueles torturas y ejecución de los valientes y gloriosos expedicionarios de junio del 1959, las bárbaras agresiones en contra de la iglesia católica, el asesinato de Don Antonio Rúa, suegro de Octavio, que murió el 25 de Julio de 1960 en uno de los tantos “accidentes” provocados por los esbirros de Trujillo, y otros horrendos crímenes. Más, es el cobarde asesinato de las hermanas Minerva, Patria y María Teresa Mirabal y su chofer, Rufino de la Cruz, el 25 de noviembre de 1960, cuando regresaban de Puerto Plata después de haber visitado a Manolo Tavares y Leandro Guzmán, lo que acelera y marca definitivamente el punto de partida del complot final que culminaría con el ajusticiamiento del dictador, pues, fue cuando Antonio de la Maza leyó en la prensa sobre el asesinato de estas hermanas que, conmocionado y con los ojos anegados en lágrimas, descargó su rabia dando tres fuertes puñetazos en la mesa,diciendo: “Carajo, este hombre no se aguanta más, hay que matarlo ya”.
Todos estos horrendos hechos llevaron a Antonio de la Maza a considerar la liberación del pueblo dominicano como una cruzada y a convertirse en el motor y alma de la gesta heroica del 30 de mayo de 1961. Recién asesinado Tavito, el “mea culpa” de Trujillo se hizo sentir cuando mandó a buscar a Antonio de la Maza para “darle el pésame” y le informó que ordenaría una investigación del crimen de su hermano Octavio y que los culpables pagarían por ese hecho. ¡Y nunca tuvo tanta razón! A partir de este hecho, para halagarlo y tenerlo controlado, Trujillo lo llamaba continuamente y le concedió ventajosas contratas de construcción de carreteras y cuarteles. Trujillo, en maniobra de la más fina estrategia, suministró el dinero que la familia de la Maza tuvo que pagar como indemnización a la familia de Gerald Murphy, entregando, a través de su deformado lenguaje, un mensaje y una constancia más de que había sido su decisión y no la de nadie más, la muerte de Octavio. Con ello, Trujillo logró calmar a los desesperados padres de Gerald Murphy y creyó que con ello lograría apaciguar la furia de los hermanos de la Maza.
La amargura por la muerte de su hermano, que Antonio pensó no podía ser mayor cuando se enteró que acusaban a Octavio de asesinar a Murphy, se hizo insoportable al tener que aceptar los halagos de Trujillo, y todo ese dinero que quemaba sus manos, que no podía rechazar por la seguridad de sus familiares, lo tiraba para arriba diciendo que ese dinero estaba sucio de sangre.
Después de este trágico hecho, la vida de Antonio de la Maza cambió radicalmente. Vivía en constante zozobra y acecho, al extremo que se veía obligado a dormir con su pistola debajo de la almohada y a viajar de noche a altas velocidades con la pistola sobada.
Trujillo sabía de todos y cada uno de sus pasos, información que le era suministrada por los “caliés” y adeptos al régimen. Prueba de este hecho es que unos meses antes, precisamente en el mes de marzo, el gobernador de Santiago, Sr. José Antonio Hungría, por medio de una carta dirigida al jefe del servicio de inteligencia militar, Coronel Roberto Figueroa Carrión, solicitó se investigara sobre un anónimo donde le informaban de la existencia de varios grupos complotando en contra de Trujillo, y se alerta para que se vigilara particularmente los pasos de Antonio de la Maza, recomendando al mismo tiempo su eliminación. Aún teniendo conocimiento de todo esto, Trujillo se limitó a mandarlo a buscar en varias ocasiones para cuestionarlo maquiavélicamente sobre un complot supuestamente organizado, no por él, sino por sus hermanos. Esta era una forma de dejarle saber a Antonio que estaba enterado de cada uno de sus movimientos y de amenazarlo con lo que más le dolía, sin dejar de recordarle y provocarle con la muerte de Octavio.
Fue ésta, una época de sufrimientos, de vivir al acecho, hasta que entrado el año 1961, el proyecto se perfila y se comienza a actuar aceleradamente. Antonio sumó a su propósito el coraje de toda su familia, sus hermanos, que de forma incondicional le brindaban su apoyo, y su padre, que a pesar de quebrantos de salud y su avanzada edad, comprendió la justicia de sus intenciones y lejos de desalentarlo le ofreció su apoyo incondicional. Don Vicente ve como después de 60 años la historia debe repetirse para devolverle la dignidad y libertad, no a su familia solamente, sino a su pueblo, ultrajado y humillado por el cruel chacal de San Cristóbal. Para lograr su objetivo, contaba Antonio con sus hermanos, Mario y Ernesto, que debían estar con él. El primero, para mantenerse al lado de Luís Amiama Tió y procurar al General José René Román (Pupo) desde que se supiera que el hecho en la avenida estaba consumado para proceder con la ejecución del plan político; el segundo debía estar junto a él y participar en la emboscada cuando fueran a ultimar a Trujillo a la avenida. Los dos estuvieron en los intentos fallidos que se llevaron a cabo el 17 y el 24 del mismo mes de mayo, También Bolívar, su hermano de padre y habilidoso mecánico, le brindó su apoyo al arreglar el motor de uno de sus automóviles que iba a ser usado en la persecución de Trujillo en la avenida.
Contaba también Antonio con su concuñado Antonio García Vásquez, quien, además de ser una pieza clave y hombre de su confianza, tenía la misión de elaborar una proclama anunciando al pueblo dominicano el comienzo de un nuevo gobierno democrático y que las cadenas de la opresión con que había estado sometido a una férrea tiranía, habían sido rotas como consecuencia del atentado que había puesto fin a la vida del tirano, ajusticiado por un grupo de valientes. Las reuniones de los dos Antonio fueron frecuentes y continuas. Se juntaban ya sea en la casa de Antonio de la Maza, de Ernesto y posteriormente en la de Juan Tomás Díaz.
En sus viajes a la capital, en su guagüita Opel, Antonio García procuraba siempre a Ernesto, ya sea en su casa de la Vega o en su finca en Jima. En diversas ocasiones se les unía Mario de la Maza, que había dejado su trabajo en Moca para dedicarse por completo al proyecto y poder viajar a la capital sin levantar sospechas. Antonio integró al benjamín del grupo, vinculado por lazos familiares, Luis Manuel Cáceres. Tunti, como cariñosamente le llamaban, era sobrino de Aída, por tanto, sobrino político de Antonio.
Antonio lo quería como a un hijo y pasaban largas temporadas juntos. Tunti era un joven caballeroso, querido por la juventud de Moca, valiente, nieto de Ramón Cáceres, únicamente con la ambición de alcanzar un lugar en la historia de su pueblo por su aporte decisivo a la lucha por la libertad, quizás con la intención de emular a su abuelo, que había participado en el
Luego de idear varios planes para ajusticiar a Trujillo, a finales del año 1960, junto con Antonio García Vásquez y Juan Thomás Díaz, fueron dando cuerpo a la comspiración, de manera que ya para esa fecha, contaban con sus hermanos Mario, Ernesto y Bolivar de La Maza, Miguel Ángel Báez Díaz y Pedro Livio y Pedro Livio Cedeño.
Su decisión fue tal que de no concretarse el plan el 30 de mayo, el 3 de junio los hermanos de La Maza, Eduardo Antonio García Vásquez, Miguel Bissié, Luis Manuel Cáceres y los también mocanos Danilo Rodríguez y Leonte Schott Michel estarían listo para ejecutar a Trujillo durante su viaje a Moca.
Se destacó como uno de los participantes del grupo de hombres que la noche del 30 de mayo de 1961 acabó con la vida de Trujillo cuando se trasladaba hacia San Cristóbal por la autopista, hoy conocida como "30 de mayo". Fue la primera persona que disparó e hirió al tirano, y luego herido le acertó el tiro de gracia en el mentón "Ete guaraguao no come ma pollito".
Antonio de la Maza y un selecto grupo de valientes, cercenaron finalmente la vida del tirano el 30 de Mayo de 1961, librando al país del monstruo que durante 31 años mantuvo en vilo al pueblo dominicano. Estos hombres abrieron paso al fin de los abusos y al terror implantado, no sólo por el tirano, sino también por los incondicionales criminales, aduladores y oportunistas que constantemente le rodeaban y que fueron también responsables de tantas vidas y sueños truncados. Las cosas no salieron como habían sido planeadas, pero el principal objetivo se logró, y en algún momento Antonio lamentó que sus hermanos no hubieran podido estar presentes el día del ajusticiamiento, pues al no responder Pupo Román, su plan – quizás suicida- era asaltar el Palacio Nacional.
Antonio de la Maza, hombre de extraordinaria determinación, quizás el más dispuesto del grupo, aportó el sacrificio de su vida, las vidas de sus hermanos, Mario, Ernesto, Bolívar y Pirolo, y la de Tunti Cáceres, y lo hizo con la satisfacción de haber convertido en realidad sus sueños, de ver liberada a su patria de las garras del dictador.
Después de permanecer escondido por 4 días en la casa del Dr. Robert Reid, y sabiendo el peligro que su permanencia en esta residencia representaba para el doctor y su esposa, decidió, junto a los que se encontraban con él, salir a hacerle frente a la situación.
El 4 de Junio de 1961, agentes del Servicio de Inteligencia Militar (SIM) mataron a balazos al general Juan Tomás Díaz y a Antonio De la Maza, las dos principales figuras del complot que
Juan Tomás Díaz y Antonio De la Maza hacían esfuerzos por encontrar un refugio, ya que eran perseguidos por los organismos de inteligencia de la dictadura por su participación en la muerte del dictador Trujillo.
Un informe precisa que los dos hombres de la gesta de Mayo ocupaban un vehículo público y al verse descubiertos por los agentes del SIM, pidieron al chófer que se detuviera en la avenida Simón Bolívar, frente a lo que era la Ferretería Read, en la intersección con la calle Julio Verne, y se enfrentaron a seis agentes del Servicio de Inteligencia Militar.
Juan Tomás Díaz murió disparando, cayó cuando fue herido en una pierna y luego en la cabeza. Y Antonio De la Maza fue derribado por una ráfaga de metralleta que le abrió el pecho.
Juan Tomás Díaz murió en el lugar y Antonio De la Maza, cuando era trasladado al hospital Marión. El acontecimiento se produjo a las 9 de la noche del día 4 de Junio, cuando en República Dominicana se sufría una situación de terror, por los actos de represión que se desataron a nivel nacional contra los familiares y amigos de los hombres que participaron en el complot que culminó con la muerte del dictador.
El periodista y escritor británico, Bernard Diederich destaca la versión de que a las 2 de la mañana del día 5 de Junio, agentes del SIM sacaron a la esposa de Juan Tomás Díaz, Chana Díaz, de la celda donde permanecía en la cárcel del 9 y la llevaron al lugar donde estaba el cadáver de su esposo.
El coronel Octavio Balcácer, el teniente Clodoveo Ortíz y Alfredo Sánchez Rubirosa, le mostraron el cadáver de Juan Tomás Díaz y le preguntaron si deseaba ver más. Abajo estaba el cadáver de Antonio De la Maza.
El Cadáver de de La Maza fue exhibido, pero nunca fue entregado a la familia por lo que no tiene sepultura conocida.
Estaba casado con Doña Aida Michel Viuda de De La Maza y dejó una hija, Lourdes de La Maza Michel.
Antonio de la Maza es una de las más grandes figuras delajusticiamiento de Trujillo. Su perseverancia, coraje, entrega sin reservas ala misión de plasmar sus objetivos liberadores y nacionalistas, lo ubican enun sitial de honor junto a los grandes prohombres de la patria.
Una familia de Héroes y Mártires de la Patria
A mediados del siglo XIX se estableció en Moca procedente de Cuba el galeno Don Blas de la Maza. Este desposó a Matilde Rosario con quien procreó cuatro hijos: Vicente, Blas, Matilde y Asunción de la Maza Rosario.
Entre sus hijos se destaca Vicente de la Maza Rosario, quien desde muy joven incursionó en la política. En su juventud, junto a Ramón Cáceres, Jacobo de Lara, su hermano Blas de la Maza y otros héroes mocanos, participó el 26 de julio de 1899 en el ajusticiamiento del dictador Ulises Heureaux.
El 14 de octubre de 1907, Vicente de la Maza Rosario casó con Ernestina Vásquez, hija de Ernesto Vásquez y Hortensia Vásquez Lajara, sobrina del presidente Horacio Vásquez. Procrearon 12 hijos: Mario, Antonio, Dulce, Ernesto, Octavio, Idalia, Pura, Ana Ester, Rafael, Pablo, Matilde y Olga de la Maza Vásquez.
Conociendo la trayectoria de la familia de la Maza, el dictador Trujillo siempre estuvo pendiente de ella. Don Vicente fue objeto de constantes persecuciones políticas, ya que no era afecto al régimen.
Doña Ernestina Vásquez enfermó repentinamente y murió a los pocos días, el 3 de febrero de 1935.
Don Vicente de la Maza casó en segundas nupcias con doña Atenas Soto, con quien procreó cinco hijos: Bolívar, Lourdes, Glarys, Colombina y Bienvenido de la Maza Soto.
El asesinato de Octavio de la Maza Vásquez, y posteriormente de las hermanas Mirabal y de Antonio Rúa, junto a otras atrocidades del régimen, fueron el detonante que impulsaron a Antonio de la Maza Vásquez a incursionar en una empresa que culminaría con el ajusticiamiento de Trujillo y así poner fin a la satrapía que agobiaba al pueblo dominicano.
El devenir heroico y martirizante de la familia de la Maza en la dictadura de Trujillo fue el siguiente:
MARIO DE LA MAZA VÁSQUEZ nació en Moca en el 1908. Casó con Altagracia Rodríguez con quien procreó cinco hijos: Dulce, Ernesto, Mario, Eduardo y Oscar. Aunque no estuvo presente la noche del ajusticiamiento, al igual que su hermano Ernesto, participó en la conjura. Fue torturado y asesinado a palos por los esbirros de Trujillo y su hermano Petán, en la fortaleza de la Vega, el 31 de mayo de 1961.
ANTONIO DE LA MAZA VÁSQUEZ nació en Moca el 24 de mayo de 1912. Contrajo nupcias con Aída Michel Díaz en Moca. No procrearon hijos pero adoptaron a Lourdes, sobrina de Aida. Fue una de las figuras cimeras en el ajusticiamiento de Trujillo. Murió batiéndose a tiros frente a un ejército de hombres que lo perseguían a él y a Juan Tomás Díaz, el 4 de junio de 1961, en la Avenida Bolívar frente a la entonces Ferretería Read, en la ciudad de Santo Domingo.
ERNESTO ANTONIO DE LA MAZA VÁSQUEZ nació en Moca el 1 de abril de 1917. Desposó a Hilda Tactuk, con quien procreó tres hijos: Rolando, Fernando y Elizabeth. Hombre de inmenso valor. Participó en la conjura, aunque no estuvo presente la noche del 30 de mayo. Fue encarcelado y brutalmente torturado. Murió el 1 de junio de 1961.
OCTAVIO ANTONIO DE LA MAZA VÁSQUEZ nació en Moca el 11 de octubre de 1918. En el 1943 ingresó a la Fuerza Aérea y se graduó de piloto en 1944. En 1951 casó con Altagracia Rúa, con quien procreó dos hijos: Verónica y Octavio. Fue involucrado en el caso Jesús de Galíndez y se le quiso inculpar de la muerte del piloto Gerald Murphy. Fue apresado y posteriormente asesinado el 7 de enero de 1957.
BOLÍVAR DE LA MAZA SOTO nació en Moca el 28 de julio de 1936. Casó con Mercedes Romero, con quien procreó dos hijos: Lissette y Bolívar. Hizo un arreglo mecánico para aumentar la potencia del motor del carro marca Chevrolet de Antonio de la Maza Vásquez, utilizado en el ajusticiamiento de Trujillo. Fue encarcelado, cruelmente torturado y asesinado a palos el 31 de mayo de 1961, por esbirros de Trujillo y su hermano Petán en la fortaleza de Moca.
PABLO ANTONIO DE LA MAZA nació el 25 de enero de 1928 en Moca. Estudiante de ingeniería. Aunque no participo en el ajusticiamiento, fue hecho prisionero en Santo Domingo. Murió como consecuencia de las torturas que recibió el 6 de junio de 1961.
Después del ajusticiamiento de Trujillo, la mayor parte de los miembros de la familia de la Maza, incluyendo ancianos y niños, fueron apresados, y muchos resultaron vejados y torturados por los esbirros de la tiranía.
Los únicos hermanos de la Maza que lograron salvar su vida fueron Rafael, que estaba fuera del país, y Bienvenido, quien era un niño aún.
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