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lunes, 26 de octubre de 2015

Radhamés Gómez Pepín: maestro del periodismo


Nació un 14 de diciembre de 1927,  en el barrio La Joya, de Santiago de los Caballeros, hijo del periodista Ramón Gómez y la educadora Ana Pepín de Gómez, lo que resultó fundamental para inclinarlo por los estudios, la lectura y la cultura general.
Le sobreviven su esposa Cornelia Margarita Torres hoy viuda Gómez, y sus hijos Radhamés Cómez Sánchez, Ramón Gómez Sánchez, César Gómez Navarro, Patricia Gómez Liz, Laura Gómez Liz, Orlando Gómez Torres y Adriana Gómez Torres.
Su vida
Siendo muy joven e influido por la tradición católica de sus padres, ingresó al Seminario Padre Fantino, del Santo Cerro, de los sacerdotes Jesuitas, quienes le aportaron el dominio del latín y las nociones fundamentales de filosofía y literatura. No terminó al descubrir que su vocación no era la de las parroquias.
Hizo la secundaria en el liceo Francisco Ulises Espaillat y en 1947 sorprendió a la familia al optar por una plaza de cadete en la academia de la entonces Aviación Militar Dominicana, en la cual se graduó, pero el ambiente autoritario de una dictadura vivida desde los cuarteles, no era lo suyo por lo que pidió su baja varios meses después de salir como oficial. Pero asimiló el don de vivir con disciplina y orden a su derredor.
Sus regalos de infancia más preciados, los que exhibía con orgullo aun siendo ya un adulto, eran los libros y las enciclopedias que le obsequiaban sus padres.
Una influencia docente que le ayudó en su formación fue la del profesor Antonio Cuello, de la prestigiosa Academia Santiago, caracterizada por la estricta formación de que dotaba a sus estudiantes.
La Información
En 1952, con respaldo de su padre, se inicia en el periodismo en La Información de su natal Santiago. Era disciplinado en sus rutinas de trabajo e ingente para buscar y redactar las noticias, fama que se fue extendiendo hasta la capital.
El Caribe
En 1956 es llamado a trabajar a la capital desde la redacción de El Caribe por lo que se muda a Ciudad Trujillo, para cubrir asignaciones muy vinculadas con las actividades oficiales de la familia Trujillo: visitas de comisiones internacionales y altos dignatarios y particularmente los recorridos de Trujillo a las provincias.
Le ordenaron entrevistar a los cubanos sobrevivientes de la acción heroica armada del 14 de Junio de 1959, Delio Gómez Ochoa y Pablito Mirabal.
Cuando se precipita la dictadura, renuncia de El Caribe y pasa a dirigir el periódico La Verdad, de la Unión Cívica Nacional, entonces agrupación patriótica.
En 1962 retorna a El Caribe donde inicia la publicación de su columna Pulsaciones que se transformaría en un ícono de opinión del diarismo dominicano.
Sale en 1963, de El Caribe y pasa brevemente por la redacción del Listín Diario, como asistente de don Rafael Herrera.

Otra vez llega  a El Caribe en 1964, donde era su jefe de redacción cuando estalla la Revolución de Abril de 1965.
El Nacional
En 1966, cuando es dinamitada la planta de la Revista !Ahora!, fundada por Rafael Molina Morillo, es Gómez Pepín de los fundadores del vespertino El Nacional, con el cual un grupo de periodistas se propusieron responder al terror militar que pretendía acallar la libertad de prensa. Estuvo en El Nacional hasta 1971, cuando pasa a dirigir Noticiario Popular, de Radio Popular.
En 1973 es designado director del matutino El Sol hasta 1978, cuando pasa a dirigir Noticiario Popular, de Radio Popular, y al mismo tiempo y con el mismo cargo, entra a la Revista !Ahora!, recién adquirida por José Luis Corripio Estrada (Pepín).
En 1983 entra como subdirector a El Nacional hasta septiembre de 1988 cuando Pepín le solicita que pase a ser el director, cargo que ocupó hasta el último día de su vida. Al momento de su partida, su esposa es la periodista Cornelia Margarita.
Radhamés Gómez Pepín fue galardonado como Premio Nacional de Periodismo en el año 2009.
Muerte
Murió el 26 de octubre de 2015, a la edad de 87 años de edad causa de insuficiencias respiratorias, en el Centro de Diagnóstico, Medicina Avanzada y Telemedicina (Cedimat).dirigió El Nacional durante 27 años ininterrumpido.

Gómez Pepín, quien murió a las 7:00 de la mañana 
Anécdotas 
"Yo iba a ser Papa, Sumo Pontífice, ¿te digo por qué?, porque yo estuve en el Seminario del Santo Cerro, estudiando inicialmente para cura, pero yo les daba clases a Roque Adames y a José Antonio Flores y ellos llegaron a obispos, entonces yo iba a llegar a Papa ".
El nombre mío, Radhamés, de acuerdo a mi acta de nacimiento, se escribe R-a-d-h-a-m-é-s, y así lo escribía en elCaribe. Un día, veo que en un artículo mío sale R-h-a-d-a-m-é-s, o sea, rodaron la H, y fui donde Pablo y le dije: ´como aquí son tan meticulosos con los nombres, déjeme decirle que el nombre mío lo escribieron mal´, y me dice: ´ anjá´ y se me queda viendo. Le explico la cuestión de la H y me dice: ´tú sabes que El Jefe tiene un hijo que se llama Rhadamés, digo:´ sí, pero yo soy más viejo que él, a mí me pusieron Radhamés primero que a él´ y dice: ´sí, es verdad, pero El Jefe llamó para decir que por qué es que aquí no saben escribir Rhadamés, que la H va donde salió hoy, después de la R, como se escribe el nombre del hijo de él´. Me quedo pensando: ¡qué vaina! y me dice Pablo: ´¿qué tú opinas de eso?, le respondí: ´¿que qué yo opino?, oh, que habló la Real Academia de la Lengua. Así estuve con esa hache ahí varios meses, y tú no te imaginas, después de que mataron a Trujillo, como a la semana, yo recuperé mi nombre. Volví a poner la H donde iba y cuando la escribí dije: ´¡es ahí que va co..!´. 
Hice periodismo cuando Trujillo, en los 12 años de Balaguer y en la democracia. El sinvergüenza de Balaguer me metió preso en La Victoria una semana, acusado de traficante de armas, oye que hijo de la gran p... Te lo digo honestamente, yo no sé diferenciar un revolver de una pistola. Nunca he portado un arma, ni siquiera un cuchillo y estuve en la Aviación, como estudiante. La prensa comenzó a presionar y Balaguer mandó a que me soltaran. Trabajar cuando el gobierno de don Antonio Guzmán, ¡diablo!, cambió todo bárbaramente. El pueblo comenzó a respirar, sabían que don Antonio no era un bandido. Creo que los comunicadores han incurrido en excesos en las libertades de expresión, en la televisión. Las palabrotas están a dos por chele y nadie dice nada. El chofer mío me dijo que doña Zaida Lovatón no hubiera soportado esto. Eso ha sido lo malo de la democracia, el abuso y los excesos. Por todo lado, la mejor arma de un periodista es la independencia. Lo mejor que puede exhibir es un historial limpio, sin mendicidades de ningún tipo. A la nueva generación le falta amor al oficio y preparación académica

Tomado de:
 http://hoy.com.do/quien-fue-radhames-gomez-pepin
http://elnacional.com.do/radhames-gomez-pepin-se-fue-un-maestro-del-periodismo/
http://www.elcaribe.com.do/2013/09/05/ldquo-mejor-que-periodista-puede-exhibir-historial-limpiordquo

sábado, 24 de octubre de 2015

Benito Monción Durán

Nació el 29 de marzo de 1826,  en La Vega. Hijo de José Monción y Sebastiana Durán. Desde temprana edad se trasladó con su madre a la comunidad fronteriza de La Visite, en Dajabón. Perteneciente a los estratos más pobres del campesinado, se caracterizó por poseer una inteligencia natural pero con escasa formación; se afirma que no sabía leer ni escribir. Trabajó como jornalero al servicio del rico hatero y acaudalado comerciante Santiago Rodríguez.

Estuvo casado con María Ramona Duarte, de Santiago, y cita dos de sus hijos: Generosa y el general Román Monción Duarte.
Lucha por la independencia

Alcanzó pronto el rango de Sargento de Granaderos, en la Batalla de Beler y luego subteniente de Batallón de Dajabón. En la Batalla de Sabana Larga participó como Capitán. En 1845, como miembro del batallón de Dajabón, participó en las diversas gestas liberadoras contra las tropas invasoras haitianas como las de Beller, Escalante y Sabana Larga (1856), por cuyos méritos fue ascendido a sargento de granaderos y subteniente. Al producirse la Anexión a España en marzo de 1861, ya Monción ostentaba el rango de teniente de las reservas y formó parte del movimiento insurreccional de Guayubín el 21 de febrero de 1863, acto por el cual se le promovió a General. Al ser derrotado este, cruzó la frontera domínico-haitiana desde donde se mantuvo hostigando a las tropas españolas, hasta que se produjo el inicio de la Guerra Restauradora el 16 de agosto de 1863. En la insurrección restauradora reapareció en Guayubín combatiendo las tropas españolas y con José Cabrera y otros, inició en la Loma de Capotillo la ofensiva que dio definitivo inicio a la Guerra de la Restauración. Como Comandante de armas dirigió las primeras resistencias contra La Gándara, cuando en 1864 este desembarcó por la región de Montecristi.

Héroe Nacional
Se le tuvo por décadas como jefe regional de la Línea Noroeste y fue defensor de los intereses de esa comarca, donde logró imponer su autoridad no sin estar libre de los vicios del politiquero, relacionados con su condición de caudillo. Aunque se le reconoce una actitud política incoherente, cuando se trata de conflictos partidarios internos: fue partidario de los azules, rojos, verdes y antililisista; pero su mayor aporte a la patria fue haber luchado por su independencia y el mantenimiento de la soberanía, contra Haití y España. Participó con arrojo y valentía en los diversos frentes de lucha contra las tropas españolas, acciones que lo acreditan como un auténtico héroe nacional. Sin embargo, después de 1864 Monción tuvo una trayectoria errática pues secundó a Pimentel en el derrocamiento del gobierno de Gaspar Polanco y luego organizó la insurrección que contra el gobierno de Pedro A. Pimentel emprendió José María Cabral para rebelarse de inmediato contra este último, quien lo apresó. Asimismo, respaldó la dictadura de los Seis Años de Buenaventura Báez así como los proyectos antinacionales de este. En 1879 se le designó gobernador del distrito marítimo de Montecristi, donde instauró un feudo particular y asumió ínfulas principescas. Al fracasar la revolución de De Moya, contra el dictador Ulises Heureaux , Monción se exilió en las Bahamas y no retornó al país hasta 1886.

Fue incluido en una lista de sospechosos por orden de Lilís, quien gobernaba desde hacía 12 años el país y confinado a vivir en Santiago, sometido a la vigilancia de la alta policía. Enfermo de gravedad, pidió que se le permitiera morir en su casa en Guayubín.
Falleció el 11 de febrero de 1898, a los 72 años de edad. Fue despedido por una gran multitud que asistió al funeral que se le preparó. Cuando se cumplió un año de su muerte, el Congreso Nacional decretó Duelo Nacional, y el 16 de agosto de 1944, Rafael Leonidas Trujillo dispuso que sus restos reposaran en la Capilla de los Próceres, de la Santa Iglesia Catedral Metropolitana, y más tarde fueron trasladados al Panteón Nacional.
Controvercias
El militar, de quien prácticamente sólo se han exaltado sus glorias, no sabía leer ni escribir. El primer aniversario de su muerte fue declarado Duelo Nacional, por el Congreso Nacional.
Agrega que Monción “instauró un Estado dentro de otro en la Línea Noroeste y se convirtió en una figura autónoma imponiendo en esa demarcación un poder con ribetes netamente absolutistas. Los gobiernos de turno le asignaban una porción del presupuesto a fin de que pudiera operar su feudo. En una ocasión, por ejemplo, adquirió cincuenta fusiles para los miembros de su escolta. Astuto,  suspicaz, sigiloso, sólo aceptaba negociar dentro de los límites de su región y con el discurrir del tiempo hizo de las revueltas su actividad predilecta”.
Para el catedrático de las universidades Madre y Maestra y Autónoma de Santo Domingo, Benito Monción no es un patriota. “Definitivamente no. Fue una persona que se degradó. Si por un lado tuvo virtudes y emprendió hazañas a favor de la nación dominicana, en otra parte no se aferró a un ideal nacional, definido, vivía permanentemente dando golpes de Estado y demostrando una gran afición por las aventuras guerrilleras. Manifestó una gran inconsistencia ideológica, producto, tal vez, de su nula formación”.

Expresa que habiendo colaborado con una dictadura tan cruel, como la de Lilís, “hay que pensar que Benito Monción mató a mucha gente en la Línea Noroeste”. Significa que con el único que no tuvo éxito en sus afanes desestabilizadores fue con José María Cabral “que lo trajo engrillado a la Torre del Homenaje y fue tan enérgico con él que Luperón protestó por la forma en que lo hicieron prisionero”.

“Creo que no se ha examinado profundamente la figura de Benito Monción, es un héroe, pero también se comporta de manera ignominiosa. Ya al final de su vida se rebeló contra Heureaux, participando en la revolución de Moya. Lilís lo apresó y tuvo que irse expulsado al exterior”.
Tomado de:
http://hoy.com.do/benito-moncion-unos-lo-califican-de-soldado-heroico-y-otros-de-asesino-entreguista-y-aventurero/
http://ruben-historiadominicana.blogspot.com/2011/04/benito-moncion.html
http://www.encaribe.org/es/article/benito-moncion/671